circunstancia de nuestra vida no debería describir quién somos sino que nos ha pasado. Parece que Augustus Water lo tenía claro.
- Cuéntame tu historia - me pidió mientras se sentaba a mi lado, a una distancia prudente.
- Ya te he contado mi historia. Me diagnosticaron cáncer cuando...
- No, no la historia de tu cáncer. Tu historia. Lo que te interesa, tus aficiones, tus pasiones, tus manías, etcétera.
¿En cuentas ocasiones nuestra vida se convierte en nuestra enfermedad y dejamos de tener historia propia?
¡Cuanta razon tiene esa ultima reflexion! Pero el libro sigue sin llamarme la atencion.
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Neftis a mi me encantó y no es para nada la tipica historia lagrimogena de niños enfermos.
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Neftis a mi me encantó y no es para nada la tipica historia lagrimogena de niños enfermos.
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