Como freak de Tolkien no puedo evitar quedarme con todas las referencias a sus obras que se mencionan en otras novelas, como a menudo habréis visto por aquí. En esta ocasión, traigo una mención que aparece fugazmente aunque en más de una ocasión en el libro que estoy leyendo La felicidad es un té contigo de Mamen Sánchez.
Tampoco había olvidado Atticus lo que sintió al contemplar por primera vez la placa conmemorativa que colgaba de la puerta de su dormitorio: "Aquí residió el famoso escritor J. R. R. Tolkien". No era casualidad. Marlow Craftsman, propietario de la editorial Craftsman&Co, había insistido mucho al rector para que su hijo Atticus le fuera asignada la habitación en la que se había concebido El señor de los anillos - a sus ojos una de las obras más representativas de la literatura universal-.
Un poco más adelante, Atticus tiene compañía en su habitación y sucede lo siguiente:
Lisbeth tenía el sueño ligero. Se despertó antes que Atticus. Estaba esperando a que él abriera los ojos, incorporada sobre la almohada, cuando se encontró frente a frente con un hombre de unos ochenta años y cara de sabio que fumaba pipa y se hacía acompañar por un Hobbit chiquitín. Le dio los buenos días, cruzó el cuarto de lado a lado, se abrochó el chaleco y se esfumó.
- Creo que he visto el fantasma de Tolkien- le susurró a Atticus al oído.
Me gusto mucho este libro con el que me diverti un monton.
ResponderEliminarSaludos
Yo aun no lo he terminado, llevo unos días bastante liada, pero tengo ganas de terminarlo.
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