Aunque un poco tarde y después de mucho tiempo sin pasar por aquí quería valorar el año 2015 como año lleno de lecturas.
Los dos retos que quería cumplir durante el 2015 han sido cumplidos. En primer lugar y el más fácil de resumir el de las 15.000 páginas que finalicé con 15.499 páginas leídas.
En segundo lugar el de Goodreads, que terminé cerrando con 35 lecturas, que era mi objetivo, el mismo día 31 de diciembre.
A pesar de lo que dicen los números para mi no ha sido un año normal ha sido diferente y especial en muchos sentidos y me hace valorar enormemente estos 35 libros y 15.499 páginas.
Este año he aprendido mucho y me he atrevido a salir de mi zona de confort. He comprado un libro catalogado en la sección de autoayuda por primera vez (que tan solo he ojeado pero pienso leer en breve), he leído una novela gráfica y la he disfrutado y de mis 35 lecturas 9 han sido en inglés sumando un total de 5.750 páginas. Esto me hace sentir orgullosa y feliz de haber conseguido cumplir los dos retos siendo que una buena parte de la lectura ha sido en una tercera lengua que ni mucho menos me resulta sencilla y ágil como mis lenguas maternas.
Pero esto no ha sido lo que más recordaré del 2015, al fin y al cabo son sólo números, números que no quieren decir nada tan solo un compromiso que yo misma me impuse. El 2015 me enseñó o me recordó la importancia de los libros y de la lectura en mi vida. Este año ha sido duro, muy duro y en un primer momento mi mente reaccionó cerrándose y siendo incapaz de concentrarse en nada. Por primera vez, pasé semanas sin poder coger un libro y luego un tiempo hasta conseguir concentrarme lo suficiente para poder seguir lo que estaba leyendo. Finalmente aprendí de nuevo a leer y descubrí lo que para mi siempre han sido los libros, una vía de escape, una manera de viajar, de divertirme, de ser feliz, de transportarme a otros mundos y olvidar por unas horas la vida real. Esto último nunca había tenido tanta importancia como hasta ahora.
Cuando la realidad supera la ficción, tan solo queda la ficción para superar la realidad o alejarse temporalmente de ella, descansar y coger fuerzas para volver a hacerle frente. Para mi esto han sido los libros este año: aire y la pausa necesaria para reponer la fuerza para seguir adelante. Del 2016 tan solo espero un año lleno de lecturas que me permitan seguir disfrutando del placer que proporcionan.
¡Feliz 2016 y que la lectura os acompañe!
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