No quería que me importara, pero me importaba un poco. Seguramente a él le importaba mi oxígeno. La enfermedad genera rechazo. Lo había aprendido hacía mucho tiempo, y suponía que Augustus también.
Muchas veces no sabemos como afrontar las diferencias entre nosotros, y tratando de ignorarlas lo que hacemos es darles más importancia de la que realmente tienen. ¿No sería mucho mejor afrontar las diferencias y naturalizar las situaciones que nos son alienas? Al leer el libro me gustó mucho cuando Hazel está en el centro comercial y la niña pequeña le pregunta por el respirador, la madre se escandaliza de que lo haya hecho, pero creo que a veces tendríamos que ser más como niños.
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