El hobbit es una gran novela de aventuras, completa, entretenida y breve. Precisamente por esas cualidades, al ver que una obra de apenas trescientas páginas iba a convertirse en tres películas de más de dos horas cada una empecé a tener mis dudas sobre la adaptación. 
La primera película empezó con buen pie y poco a poco fue perdiendo el atractivo hasta que finalmente resultó insatisfactoria. En esta segunda ocasión iba con cierto recelo al cine y mis temores se vieron cumplidos nada más empezar el film: ¿cómo han podido estropear una de las partes más míticas de toda la obra? No podía creerlo pero era cierto, a partir de ahí todo fue a peor. Argumento sin sentido, aburrido, lento, relleno y más relleno, aberraciones tales que conseguirían poner los pelos de punta a Tolkien, como puede ser el enamoramiento de una elfa (metida en calzador) con un enano. A todo esto puede añadirse una mala calidad de los efectos digitales, que llegan a notarse en más de una ocasión y la poca credibilidad de algunas escenas de batalla.
Creo que cualquier parecido con la obra d
e Tolkien se perdió por el camino entre tanto guión para conseguir adaptar un breve historia de aventuras en un largometraje de 10 horas.
Nos encontramos con una película lenta, aburrida, llena de relleno y sinsentidos que para nada se parecen el libro, lo único que consigue es desmerecer a la gran obra en la que pretende basarse. Después de esta gran decepción, me planteo seriamente si quiero gastarme mi dinero en ver la tercera y última parte.
Ni he leído el libro ni visto las películas, ni creo sinceramente que lo haga porque no me gusta ese género, pero es una pena que la película sea lenta y aburrida. Ver de un libro bueno una película que no le hace justicia siempre es una decepción.
ResponderEliminarBesos!
De las pocas veces que he tenido ganas de salir del cine. Para mi se podría haber llamado "El hobbit: la desolación". Así: en general.
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