Matar un ruiseñor

Matar un ruiseñor (To Kill a Mockingbird)

Harper Lee.

Editorial Zeta de bolsillo, 2008

ISBN 9788496778283

Harper Lee nacida en Monroeville (Alabama) en 1926, fue galardonada en 1961 con el Premio Pulitzer por su primera y única novela Matar un ruiseñor publicada en 1960. La novela, a pesar de no ser autobiográfica mantiene cierto paralelismo con su infancia vivida en una pequeña localidad sureña, ya que como ella misma expresó en una ocasión “un autor debería escribir sobre lo que conoce y escribe sinceramente”. Algunos de los personajes que aparecen en la obra están basados en personajes de su entorno, como Atticus Finch que tiene un gran parecido al padre de Lee. Un año después de ser galardonada con el Premio Pulitzer, Matar un ruiseñor fue llevada al cine. La película obtuvo el oscar al mejor guión por Horton Foote y por mejor intérprete por Gregory Peck, que interpretó a Atticus Finch.

Un dato curioso: se dice que uno de los amigos de la protagonista, Dill, está basado en un amigo de la infancia de la propia Harper Lee, Truman Capote. Harper Lee a su vez ayudó a Truman Capote a investigar los crímenes que le llevarían a escribir A sangre fría.

Sinopsis:

La historia transcurre en un pueblo ficticio de Alabama, Maycomb, durante la Gran Depresión. La protagonista y narradora de la historia es Scout Finch, una niña de seis años, que nos cuenta su vida en Maycomb. Scout vive con Jem, su hermano mayor y su padre Atticus, abogado. Durante el verano en que se inicia la historia los hermanos entablan amistad con Dill, el sobrino de su vecina que está de visita y empiezan a vivir aventuras y a descubrir las contradicciones del mundo en el que viven.

Es uno de los más hermosos que he leído, es como un cuento para adultos contado desde la perspectiva de un niño. El libro es de lectura ágil, emotivo, apasionante, bonito, enriquecedor y adictivo. En definitiva: mágico y maravilloso.

Toda la trama del libro gira entorno al ambiente decrepito que se vivía en el sur de Estados Unidos, un ambiente asfixiante que impide a los adultos prosperar y modernizarse, pero que desde la perspectiva de un niño no se más que una sociedad injusta y contradictoria.

Es precisamente debido a esta situación que a medida que vas leyendo el libro la historia es capaz de llevarte de la sonrisa a la rabia, de la ternura al odio y de la incomprensión a la aceptación.

Es una novela con un fuerte transfondo de crítica y denuncia a la sociedad y al sistema educativo que regía el momento y que creo debe valorarse mucho el esfuerzo y la valentía de Harper Lee por haberlo escrito y publicado en el momento en que lo hizo.

El personaje más destacado es Atticus, un abogado viudo que tiene a cargo sus dos hijos pequeños, y que sin quererlo se ve en el foco de la sociedad precisamente por ser un verdadero caballero, un hombre justo y cabal.

Los tres pequeños: Scout, Jem y Dill son maravillosos, aunque a veces parezcan más maduros de lo que deberían ser para su edad, le dan el toque mágico y entrañable a la historia.

Leí este libro hace poco de casualidad (me olvidé mi libro en casa y me vi "obligada" a comprarme uno en la estación, y fue este el que cayó en mis manos), y es una de los mejores libros que he leído. Me alegro mucho de haberlo escogido o que él me escogiera a mi.

Una vez leí no recuerdo dónde que éste libro era como un bombón: cuando lo tienes en la boca, lo saboreas despacio para que dure lo máximo posible, pero aún así siempre termina demasiado pronto. Verdaderamente creo que tiene toda la razón, es un libro delicioso, se saborea en cada página, cada detalle y cada aventura, pero a pesar de todo, siempre te quedas con ganas de degustarlo un poquito más.

Para terminar, algunas citas que merecen ser nombras:

“Quería que vieses lo que es la verdadera bravura, en vez de hacerte la idea de que la bravura la encarna un hombre con un arma en la mano. Uno es valiente cuando, sabiendo que ha perdido ya antes de empezar, empieza a pesar de todo y sigue hasta el final, pase lo que pase. Uno vence raras veces, pero alguna vez vence.”

“Hay algo en nuestro mundo que hace que algunos hombres pierdan la cabeza; no sabrían ser razonables aunque lo intentaran”.

"La única cosa que no se rige por la regla de la mayoría es la conciencia de uno"

Y finalmente, no podría ser otra que la que da título a esta novela:

“Los ruiseñores no se dedican a otra cosa que a cantar para alegrarnos. No devoran los frutos de los huertos, no anidan en los arcones de maíz, no hacen nada más que derramar el corazón, cantando para nuestro deleite. Por eso es pecado matar un ruiseñor.”